LA DICTADURA DE PRIMO
DE RIVERA Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA.
La dictadura de Primo de Rivera
fue un régimen con un vago programa regeneracionista inspirado en los regímenes
autoritarios en auge en la Europa de la época.
5.1 El golpe de Estado.
Ante la crisis del sistema
político de la Restauración, en septiembre de 1923, el capitán general de
Cataluña, Miguel Primo de Rivera, acaudilló un pronunciamiento militar contra
el gobierno constitucional. Las causas fueron el profundo malestar del ejército,
la indecisión del gobierno y la falta de confianza del rey Alfonso XIII en el
sistema constitucional. Todo esto facilitó que el golpe militar no hallase
prácticamente oposición.
Primo de Rivera hizo públicas sus
intenciones en un manifiesto. Presentó la dictadura como un régimen transitorio
y afirmó que una vez extirpados los males del país se retornaría a la
normalidad constitucional.
Anunció su propósito de resolver
los graves problemas que padecía la sociedad española: liberar al país de la
“vieja política”, destruir el caciquismo, poner fin al desgobierno y a la
amenaza del separatismo (nacionalismos).
La opinión pública lo acogió
favorablemente. Contó con el apoyo de los empresarios y los republicanos no se
opusieron. La UGT y la CNT se mantuvieron a la expectativa. Los anarquistas y
comunistas manifestaron su repulsa.
El rey Alfonso XIII encargó a
Primo de Rivera la formación de un nuevo gobierno y le concedió el cargo de
presidente y de ministro único.
5.2 El directorio militar (1923 – 1925).
Las primeras medidas. El Directorio Militar proclamó el Estado de
guerra durante dos años, suspendió la Constitución de 1876 y prohibió las
actividades de los partidos políticos y de los sindicatos.
Inmediatamente se impuso el orden
público con duras medidas represivas. También se reprimió cualquier
manifestación del nacionalismo y de sus símbolos, tachados de separatistas.
La reforma de la administración. Se creó una nueva administración
con los gobernadores militares y los delegados gubernativos, sustituyendo
ayuntamientos y diputaciones.
La aprobación del Estatuto
Municipal inició en la práctica la formación de una nueva administración adicta
y centralizada, y el “descuaje” del caciquismo.
La desaparición de la
Mancomunidad fomentó el desarrollo del catalanismo radical.
El conflicto de Marruecos. Una ofensiva militar franco-española
permitió el desembarco de Alhucemas y la derrota de Abd-el-Krim. El
protectorado quedó totalmente dominado en 1926.
5.3 El directorio Civil (1925 – 1930).
Resuelto el problema del orden
público y solucionada con éxito la cuestión marroquí, Primo de Rivera sustituyó
el Directorio Militar por un gobierno civil, con la clara intención de
permanecer en el poder. Se rodeó de políticos de derechas, como José Calvo
Sotelo y Eduardo Aunós.
El Directorio Civil fue un
régimen inspirado en las dictaduras autoritarias (Italia fascista).
El fracaso de la institucionalización de la Dictadura. Con el fin
de consolidar el régimen, se impulsó desde el poder la formación de un gran
partido de derechas, la Unión Patriótica.
En 1926, Primo de Rivera anunció
la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva encargada de elaborar una
nueva constitución. En 1927 se reunió dicha Asamblea. La oposición de los
viejos políticos dinásticos, la negativa de los socialistas a seguir
colaborando y la actitud reciente del rey, paralizaron el proyecto de Estatuto
Fundamental de la Monarquía (nombre que se dio a la constitución) y aceleraron
la oposición al dictador.
La política económica y social. Se caracterizó por el
intervencionismo estatal y el nacionalismo económico, cuyos objetivos fueron
regular e impulsar la industria nacional mediante unos elevados aranceles
proteccionistas, la concesión de ayudas a las grandes empresas y el aumento del
gasto público. También creó grandes monopolios estatales.
El fomento de obras públicas fue
uno de sus aspectos más destacados. Esta política de gasto público incrementó
el déficit presupuestario y obligó a una emisión constante de deuda pública. La
escasa conflictividad social del periodo de la dictadura se explica en parte
por la represión, pero también por el desarrollo de una amplia política social
y el control de la masa obrera a través de la Organización Corporativa
Nacional. Destacó la colaboración de los socialistas.
5.4 Creciente oposición y final de la dictadura: A partir de 1926,
la dictadura empezó a perder apoyos y arreciaron las críticas y la oposición,
de las que no se libró Alfonso XIII.
Uno de los problemas más graves
fue el conflicto militar. Se produjo cuando Primo de Rivera trató de llevar a
cabo algunas reformas militares. Ante la oposición de los oficiales forzó al
rey a que ratificase el decreto de disolución del cuerpo de Artillería.
Dirigentes de los partidos
turnistas y republicanos, optaron por la vía de la conspiración civil y del
pronunciamiento militar.
Otro frente opositor fue el de
los intelectuales y periodistas desde la pro republicana Federación
Universitaria Escolar (FUE). Creció también la oposición política, los
republicanos izquierdistas formaron la Alianza Republicana y los republicanos
conservadores la Derecha Liberal Republicana.
Los republicanos nacionalistas y
regionalistas cobraron gran vitalidad. La insurrección separatista de Prat de
Molló y Esquerra Republicana de Catalunya. Los partidos de la insurrección
revolucionaria constituyeron en 1927 la Federación Anarquista Ibérica.
Primo de Rivera, falto de apoyos,
presentó su dimisión en enero de 1930.
No hay comentarios:
Publicar un comentario