miércoles, 19 de septiembre de 2012

Historia de España: Tema 5 PAU


La crisis de la Restauración

1.       Los intentos de regeneración de los partidos dinásticos.
A comienzos del siglo XX, el sistema político de la Restauración seguía vigente. Sus fundamentos eran una monarquía liberal pero no democrática que descansaba en la Constitución de 1876. Este sistema político había funcionado con bastante estabilidad gracias al pacto entre los dos grandes partidos de alternarse pacíficamente el poder y por las elecciones controladas por los caciques, marginando a la oposición.
El regeneracionismo, inspirado por Joaquín Costa, denunció este sistema.
La debilidad interna de los partidos  fue una de las causas de la inestabilidad política en los primeros años del siglo XX. Ambos partidos optaron por reforzarse eligiendo nuevos líderes: Antonio Maura (conservador) y José Canalejas (liberal).

1.1   Maura y el regeneracionismo conservador
El llamado “gobierno  largo” de Maura puso en marcha su proyecto de “revolución desde arriba”. Se trataba de hacer hondas reformas políticas. Las reformas más importantes fueron la aprobación de la Ley Electoral y la Ley de Administración Local. Ambas fracasaron.
La guerra de Marruecos acabó con sus aspiraciones reformistas. Tras la Conferencia de Algeciras, España ocupó la zona norte provocando la Rebelión del Rif.

Marruecos y la Semana Trágica de 1909: el gobierno movilizó a los reservistas en Cataluña para enviar tropas a Marruecos, esto provocó la Semana Trágica de Barcelona. El fuerte sentimiento anticlerical  desembocó en el incendio de iglesias y conventos. El gobierno reprimió con dureza la revuelta, y los liberales exigieron la destitución de Maura. Alfonso XIII forzó su dimisión.

1.2   El regeneracionismo liberal: Canalejas
El monarca llamó a formar gobierno a José Canalejas, que emprendió el intento más importante de regeneración del sistema para lograr su progresiva democratización y ampliar las bases sociales del régimen. Se programa se basó en la mejora del sistema parlamentario, la secularización del Estado y la intervención estatal en materia social.
La modernización del Estado implicaba la separación de la Iglesia y el Estado, incluyendo el fin del monopolio de las órdenes religiosas en el campo de la enseñanza, así como la implantación de una enseñanza laica.
Más fructífera fue su política de reformas sociales. Se regularon las relaciones laborales y se mejoraron las condiciones de vida y de trabajo de las clases trabajadores con amplias medidas de protección social. También se sustituyó el odiado impuesto de consumos por otro progresivo sobre las rentas urbanas. Con la ley de reclutamiento se estableció el servicio militar obligatorio sin distinciones en caso de guerra.
Respecto a las demandas del catalanismo de la Lliga, Canalejas logró que las Cortes aprobasen la ley de mancomunidades.                 En Marruecos obtuvo buenos resultados. Canalejas fue asesinado por un anarquista en la Puerta del Sol en 1912

2.       Los partidos antidinásticos y el movimiento obrero.
2.1   Los republicanos
A finales del siglo XIX, el republicanismo estaba muy fragmentado. El republicanismo representaba la aspiración de los intelectuales y de sectores de las clases medias a una democratización de la vida política.          El impulso regenerador y unificador llegó en 1903 con la formación de Unión Republicana, auspiciada por Alejandro Lerroux y Nicolás Salmerón, aunque persistían las divergencias ideológicas y tácticas en su seno.
-          El republicanismo moderado y reformista. Salmerón y Melquíades Álvarez. Apostó por el abandono definitivo de la vía insurreccional y optó por la lucha y parlamentaria.
-          El republicanismo radical estaba representado por Alejandro Lerroux. El lerrouxismo era un movimiento republicano democrático con un discurso populista radical y demagógico, anticlerical y anticatalanista. Su objetivo era integrar las reivindicaciones de las clases obreras y lanzarlas a un movimiento insurreccional para implantar la república. Muy similar fue el blasquismo en Valencia.
En 1908 se escindió el sector radical liderado por Lerroux, que formó el Partido Radical. En 1912 se constituyó el Partido Reformista.

2.2   Regionalistas y nacionalistas.
El nacionalismo catalán: estuvo dominado por la Lliga Regionalistas de Catalunya (Cambó y Prat de la Riba). Consideraba que se debía compatibilizar la regeneración de la vida política y la modernización de la economía y del Estado con su reivindicación de la autonomía de Cataluña.
Su naturaleza moderadamente reformista le convirtió en el partido de la burguesía y de las clases conservadoras.
Un sector de nacionalistas de izquierda de la Lliga se separó y formó el Centre Nacionalista Republicá.
Un momento decisivo en la evolución del catalanismo se produjo en 1906 con la aprobación de la Ley de Jurisdicciones. Considerada como un atentado contra la libertad de expresión y como un instrumento para reprimir al catalanismo. Se creó un movimiento de protesta generalizado de la sociedad contra la intervención militar. Todas las fuerzas catalanistas formaron un frente común llamado Solidaridad Catalana.
La constitución de la Mancomunidad de Cataluña significó el reconocimiento de la personalidad de Cataluña y un instrumento al servicio de la política de la Lliga.

El nacionalismo vasco: tras la muerte de Sabino Arana, se produjo un duro enfrentamiento en el Partido Nacionalista Vasco entre el sector radical y el más moderado. Con esta nueva estrategia, el nacionalismo vasco se aproximó a la burguesía industrial, amplió sus bases sociales y se consolidó como la fuerza mayoritaria en el País Vasco a partir de los años 1917 – 1919.

Otros nacionalismos: los otros movimientos regionalistas apenas tuvieron un desarrollo y una incidencia política destacable en el primer tercio del siglo XX.

2.3   El movimiento obrero.
Una de las consecuencias del atraso industrial de España era la debilidad del movimiento obrero en la primera década del siglo XX. Las organizaciones, aún incipientes, se estructuraban en sociedades de socorro mutuo, de oficios y de resistencia. El movimiento obrero estaba dividido en dos corrientes: la anarquista y la socialista.
El anarquismo. El anarquismo siempre mantuvo su negativa a participar en política y rechazaba el reformismo social. Sin embargo, en su seno persistían las dos tendencias enfrentadas: los anarquistas partidarios de la estrategia terrorista y los sectores más proclives al sindicalismo. Consideraba la huelga general como instrumento revolucionario más eficaz. Ello abrió una nueva etapa de reorganización del anarquismo con la formación del sindicato Solidaridad Obrera. La unificación del anarquismo se consolidó con la creación de la CNT.
El socialismo. PSOE y UGT. Tras la Semana Trágica, la formación de Conjunción Republicano - Socialista puso fin al aislamiento del PSOE y dio comienzo a una nueva etapa. Pablo Iglesias resultó elegido diputado en 1910.

3. La primera guerra mundial y sus consecuencias.
3.1El impacto de la Primera Guerra Mundial.
El gobierno de Eduardo Dato declaró la neutralidad. A pesar de esta neutralidad oficial, las preferencias de los españoles se dividieron en dos bandos: los aliadófilos y los germanófilos.
La neutralidad favoreció una espectacular expansión de la economía: hubo una gran expansión industrial, una fuerte acumulación de capitales y un imparable aumento de los precios.
Los salarios no subieron con rapidez, provocando el descenso del nivel de vida de los obreros y una gran agitación social. Esta crisis provocó la descomposición del turnismo y de los partidos dinásticos.

3.2 La crisis de 1917 En el verano de 1917 el sistema político de la Restauración atravesó por una de sus situaciones más críticas, al confluir tres tipos de conflictos: el militar, el político y el social.
La crisis militar: las Juntas de Defensa.
El descontento de la clase militar se debía a la reforma del gobierno de reducir oficiales y al sistema de ascensos, el cual favorecía a los militares que servían en África. El descontento se plasmó en la formación de Juntas de Defensa. El gobierno, temeroso de la rebelión militar, se doblegó ante sus exigencias.
La crisis política: la Asamblea de Parlamentarios.
Ante la suspensión de las garantías constitucionales de la censura y el cierre de las Cortes, Cambó convocó a todos los senadores y diputados españoles a una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, con el objetivo de realizar una reforma constitucional. El reducido apoyo y el rechazo de las Juntas permitieron disolverla.
La crisis social: la huelga general de agosto.
Ante la crisis económica provocada por la inflación y la agitación política, la UGT y CNT redactaron un manifiesto convocando una huelga general revolucionaria con el objetivo de implantar una república democrática. El ejército la reprimió con dureza dejando 71 muertos y 2.000 detenidos en todo el país.

4.El colapso del sistema liberal parlamentario.
4.1La inestabilidad política: gobierno y oposición.
Los gobiernos de concentración de 1917 y 1918 no fueron capaces de dar mayor estabilidad al régimen. Dieron paso a gobiernos débiles que, con frecuencia, recurrieron a medidas excepcionales. Los partidos no dinásticos también tuvieron sus problemas.
El Partido Socialista se dividió a causa del triunfo de la revolución bolchevique en Rusia y la creación de la Tercera Internacional. Una minoría radical fundó en 1921 el Partido Comunista de España.
-          Los republicanos se dividieron y fueron evolucionando hacia el conservadurismo social.
-          Los nacionalistas, alentados por el principio de la autodeterminación proclamada por el presidente estadounidense Wilson Churchill emprendieron una campaña reclamando la autonomía.
Apareció un nuevo catalanismo de izquierdas: Estát Catalá de Maciá y la Unió de Rabassaires de Lluís Companys. El nacionalismo vasco obtuvo una importante representación en el Parlamento y logró que la cuestión vasca llegara a las Cortes.
4.2 La expansión del movimiento obrero.
La crisis de posguerra y el influjo de la revolución bolchevique favorecieron un gran crecimiento de los sindicatos y a la radicalización.
La UGT aumentó el número de sus afiliados y la CNT creció de forma espectacular con el Congreso celebrado en Sants. También se consolidó la unidad sindical (Sindicatos Únicos). La CNT reafirmó su postura apolítica y estrictamente de lucha sindicalista, y su estrategia de la acción directa y la huelga general.
Asociados a los patrones aparecieron los sindicatos libres, enemigos de la CNT.
También proliferaron las organizaciones de empresarios (Liga Nacional, Confederación Patronal  Española…).

4.3 La conflictividad social.
En Andalucía, la conflictividad provocada por el latifundismo se agravó con la crisis de posguerra. Las movilizaciones eran constantes (trienio bolchevique). La dura represión del gobierno acabó con la revuelta.
En Madrid, Vizcaya y Asturias creció la agitación obrera, minera e industrial. El momento más álgido se alcanzó en Barcelona en 1919 con la huelga de la Canadiense. El gobierno forzó la negociación. Se aprobó la reducción de la jornada laboral a ocho horas y se prometió un aumento de los salarios y la readmisión de los despedidos. El conflicto derivó en una “guerra social” entre patrones y sindicatos y se inició un largo proceso de pistolerismo.
La represión militar y el terrorismo policial se dejó ver con la aplicación de la “ley de fugas”. Hubo más de 800 atentados.

2.4   El desastre de Annual.
Tras la Primera Guerra Mundial, Francia reanudó su política colonial. El gobierno español decidió completar la ocupación efectiva del territorio marroquí.
El nuevo alto comisario, el general Dámaso Berenguer, inició la ocupación del sector occidental. El impaciente y orgulloso general Silvestre reanudó un avance precipitado sobre el corazón del Rif con el objetivo de ocupar la bahía de Alhucemas, que acabó con el desastre de Annual. El ejército español fue masacrado por el líder Abd-el-Krim.

La cuestión de responsabilidades: La tragedia de Annual conmocionó a la opinión pública. Se creó una comisión presidida por el general Picasso para delimitar las responsabilidades militares. El envió del expediente Picasso a las Cortes propuso el procesamiento de 39 oficiales.
Se desató una tormenta política que acabó con el golpe de Estado del general Primo de Rivera.

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