Este texto es un fragmento
del manifiesto político escrito conjuntamente por los dos grandes sindicatos de
la España de la Restauración: UGT, y CNT. Fue redactado en Madrid el 27 de
marzo de 1917 por el Comité de Huelga. En dicho comité estaban representados
los sindicatos UGT, de
tendencia socialista, y la CNT, de orientación anarquista. UGT había surgido en
el año 1888 y la CNT en 1910.
El tipo de
texto es político-social, siendo además, una fuente histórica esencial. El destinatario es la opinión pública española -preferentemente los
trabajadores proletarios- y el gobierno español.
Este manifiesto cabe encuadrarlo en la etapa de la Restauración española, que se extiende desde el año
1874, cuando se restablece la monarquía borbónica en el poder, tras la Iª
República, hasta el año 1923 en el que el General Miguel Primo de Rivera
protagonizó un golpe de estado, instaurando una dictadura militar. La Restauración
fue una etapa estable de nuestra historia, caracterizada por el turnismo, el
caciquismo, el desarrollo de la industrialización, el auge de los movimientos
obreros y nacionalistas…
Este escrito nos da las claves para
analizar las reivindicaciones de los sindicatos UGT y CNT realizadas en 1917,
que implicaron la convocatoria de una huelga general.
Este manifiesto comienza con las amargas quejas que
desde hace tiempo vienen realizando los movimientos obreros alegando la
situación de miseria, explotación y desempleo que sufre el proletariado. Las
desigualdades sociales y económicas son cada vez más acusadas. Los sindicatos
consideran que, hasta el momento, han realizado sus críticas ante esta
situación de una forma mesurada pero que no han surtido efecto. Es por ello que
han decidido pasar a la acción, luchando contra los “amparadores de la
explotación”, esto es, contra los explotadores de los proletarios. A continuación señalan que han llegado a esta conclusión tras un
análisis frío y detallado de la situación por la que atraviesan y por eso han
acordado “por unanimidad” convocar una huelga general indefinida, en la que no
precisan su fecha de inicio. Finalmente
termina el texto poniendo de manifiesto que esta huelga, que desean sea un
éxito, será convocada por dos sindicatos de tendencia política diversa: la CNT,
anarquista y la UGT, socialista.
Efectivamente, debemos recordar que durante la etapa de la Restauración y ligado
al desarrollo industrial comenzado en nuestro país en la década de los 30, se
inicia el desarrollo de los movimientos obreros. Hay que precisar que la
industrialización en España fue tardía, incompleta y desequilibrada, tanto
regional como sectorialmente como muy bien ha estudiado el historiador Jordi
Nadal. Las zonas más industrializadas fueron Cataluña (industria textil) y el
País Vasco (industria siderúrgica). Por ello no es extraño que la exigüidad de
los movimientos obreros de esta etapa en nuestro país se explique por la poca
pujanza de nuestra industria, entre otros factores. Sea como fuere, por aquel
entonces podíamos encontrar un proletariado urbano –formado por mujeres,
hombres y niños, que trabajaba en las fábricas en condiciones de vida míseras,
con jornadas extenuantes de doce horas; y un auténtico proletariado rural, dedicado
a la agricultura y ganadería, y cuyas condiciones no eran en absoluto mejores a
las de los trabajadores de las industrias y minería.
La tendencia sindical que más fuerza tuvo, fue
sin duda, la anarquista, localizada sobre todo en Cataluña, el Levante o
Andalucía… mientras que en el País Vasco o Asturias arraigó más el socialismo.
Así las cosas, en agosto de 1917 se produjeron en toda España la convocatoria
de una huelga general ante la pésima y mísera situación económica de nuestro
país, debido, en parte, al impacto negativo de la I Guerra Mundial (en la que
España no participó). Recordemos que por primera vez en su historia,
participaron conjuntamente los sindicatos UGT y CNT. En esta huelga, en la que
se produjeron numerosos incidentes, hubo más de 70 muertos y 2000 detenidos. La
represión por parte del gobierno fue muy dura. La huelga fue un fracaso debido
a las desavenencias internas entre la UGT y la CNT, que a pesar de compartir
algunos puntos en común, presentaban objetivos y tácticas muy diferentes. Los
anarquistas deseaban la abolición del Estado con todas sus instituciones
(gobierno, ejército, policía…), la supresión de la propiedad privada y la
defensa del colectivismo. También defendían la revolución violenta. Los
socialistas eran partidarios de participar en el sistema, y se centraron en
reivindicaciones laborales, preocupados por mejoras en salarios, horarios y
condiciones de trabajo. También fracasó por la no participación del
campesinado, la dura represión del ejército, que no actuó "a la
rusa", la oposición a la huelga por parte de republicanos, nacionalistas,
etc.
Esta huelga tuvo muchas y graves
consecuencias: supuso la crisis del turnismo, y por ende de todo el sistema
político de la Restauración así como la radicalización del movimiento obrero y
la división entre los dos sindicatos de mayor presencia en nuestro país.
-En conclusión, este documento histórico nos ayuda a comprender las causas que
propiciaron que los sindicatos UGT y CNT convocaran una huelga general para así
hacer frente a la grave situación económica y social en la que se encontraba el
proletariado. Ha sido definida como “un ensayo de revolución obrera”.
Revolución que sí triunfaría, de manos de los bolcheviques, en octubre de 1917
en Rusia.
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