miércoles, 19 de septiembre de 2012

Historia de España: Tema 9 PAU

La dictadura de Franco.

En un principio, los militares sublevados carecían de un proyecto político bien definido. Pronto comprendieron que unificar las fuerzas sería más eficaz para lograr su objetivo. Por ello, en septiembre de 1936 designaron a Francisco Franco como "jefe de gobierno de Estado". Las razones que favorecieron su elección fueron sus espectaculares éxitos en África, su habilidad para obtener ayuda alemana e italiana y la falta de rivales.
Principios ideológicos del régimen.
Franco se inclinó por una fascistización de su sistema político. Esto se trató más bien de oportunismo y no de convencimiento, ya que había una laguna ideológica en el bando sublevado. Se creó la "Falange Española Tradicionalista y de la Junta de Ofensiva Nacional Sindicalista", Franco adoptó el título de Caudillo y el ejército obtuvo un papel principal.
El régimen justificó su existencia como instrumento para frenar la revolución comunista. Tras la Guerra Civil Franco se une al pacto anticomunista del que formaban parte Italia y Alemania.
Obtuvo también el apoyo de la Iglesia Católica, quien había calificado la guerra de "Cruzada". La Iglesia se vio beneficiada en el campo educativo, económico y político.
Sistema institucional.
Franco aunó en su persona todos los poderes y rechazó los principios democráticos del sufragio universal y pluralidad de partidos políticos. Sólo estaba permitido un partido político: "Falange Española Tradicionalista y de la Junta de Ofensiva Nacional Sindicalista".
El régimen careció de una Constitución escrita y su institucionalización fue muy lenta. Estuvo regido por las llamadas "Leyes Fundamentales":
-          Fuero del Trabajo: regulaba las relaciones laborales y prohibía el derecho a la huelga.
-          Ley de Cortes: se crearon las Cortes Españolas, carentes de iniciativa parlamentaria pero con poder consultivo.
-          Fuero de los Españoles: declaración de derechos y deberes con la peculiaridad de poder ser suspendidos en cualquier momento.
-          Ley de Referéndum Nacional: aquellas cuestiones que el jefe de Estado considerase oportunas podrían ser sometidas de referéndum.
-          Ley de Sucesión: establecía que España era un reino y que tras la muerte de Franco le sucedería una persona con el título de Rey.
El régimen se calificó de democracia orgánica basada en las unidades representativas de la sociedad (familia, municipio y sindicato). Estas eran consideradas superiores que la representación a través de partidos políticos.
Los sindicatos tradicionales se prohibieron y se impuso un sindicalismo vertical, inspirado en el modelo fascista y que trataba de evitar la lucha de clases. En 1943 se creó un sistema de seguros de enfermedad, maternidad, vejez, invalidez y accidentes.
Se ejerció un exhaustivo control cultural por medio de la represión, la censura, el recorte de libertades y el encuadramiento de las masas y su adoctrinamiento político.
Apoyos sociales.
El principal apoyo fue el ejército. Todo el poder de Franco se debía al nombramiento que le hicieron los militares sublevados en 1936. A cambio, Franco les otorgó prestigio e influencias sociales, pero en realidad carecían de poder.
Los católicos santificaron la Guerra Civil, y siempre tuvieron un papel importante en el régimen franquista. Fue importante la presencia del Opus Dei en los sesenta, individuos de gran preparación técnica, que ocuparon los ministerios económicos y basaron sus objetivos más en la eficacia que en la ideología.
Desde el inicio, el régimen contó con el apoyo monárquico. Terminada la guerra, los monárquicos exigieron la restauración de la monarquía pero Franco, disimuladamente les apartó.
Los falangistas proporcionaron al régimen su ideología y sus símbolos.
El poder de Franco se mantuvo gracias al apoyo militar, mas no quiso darles demasiado protagonismo. Por ello recurrió a los católicos, falangistas y monárquicos, a quienes otorgó poder según le conviniese.
Política internacional. El "camaleonismo" franquista.
La colaboración con las potencias fascistas (1939 - 1942)
La política exterior del régimen franquista apostaba por integrarse en el bloque de las potencias fascistas.
Entre Berlín y Madrid se mantuvieron buenas relaciones. Fue en octubre de 1940 cuando Hitler y Franco se citaron en Hendaya. Pese a la aparente cordialidad, el encuentro resultó un completo fracaso. Se firmó un protocolo secreto por el que España entraría en la guerra, mas no se concretó la fecha exacta. Hitler, desilusionado, terminó prefiriendo la neutralidad española.
Poco tiempo después, Franco se reunió con Mussolini en Bordinguera, Italia, para volver a tratar el papel de España en la guerra mundial. Tampoco hubo acuerdo.
La política neutralista 1942 - 1945
La actitud de Franco ante la II Guerra Mundial fue tan inestable como la guerra misma.
La debilidad del régimen obligó a jugar a dos bandas. Franco no quería apoyar abiertamente al Eje ni enemistarse con los aliados.
La entrada de Italia en la guerra y la capitulación Francesa en 1940 hacen que España se defina como país no beligerante. Aún así, sí que lo era indirectamente mediante ayudas. España negoció su entrada en la guerra con Alemania, mas Hitler se negó rotundamente a aceptar la ayuda económica española y territorial.
El ataque alemán a la URSS significaba el apoyo al anticomunismo franquista, por ello Franco envió en 1941 la División Azul.
Al entrar EEUU en la guerra, España decidió retirar las tropas y volver a la no beligerancia. Esta no beligerancia se remarcó tras la caída de Mussolini. Se retornó a una neutralidad oportunista e interesada.
El bloqueo internacional a la dictadura 1945 - 1950.
Tras la II Guerra Mundial, España quedó marginada internacionalmente. Fue considerada un residuo fascista por los países vencedores. Las grandes potencias acordaron rechazarla en la ONU por su vinculación con el Eje.
La ONU condenó al gobierno de Franco por considerarlo una amenaza para la paz mundial, y recomendando la ruptura de relaciones diplomáticas con España a los países miembros. Francia bloqueó la frontera pirenaica hasta 1948, se excluyó a España del Plan Marshall y sólo cinco embajadores permanecieron en el país. El objetivo era presionar a Franco y forzarle a abandonar el poder. Mas el aislamiento fue incompleto, ya que el bloqueo comercial no se ejerció en su totalidad. Se produjo un fuerte impacto moral.
La rehabilitación internacional del régimen franquista. Tratado Bilateral con EEUU. 1950 - 1959.
Hacia 1950 las cosas se tornaron más a favor para España. La Guerra Fría ayudó a suavizar el rechazo de las democracias occidentales y la ONU reconoció el gobierno franquista.
EEUU comenzó a modificar su actitud valorando el anticomunismo español e iniciando los primeros acercamientos diplomáticos y financieros. En 1953 se firmaron tratados bilaterales, los cuales concedían a los norteamericanos la apertura de bases aéreas y navales en la península ibérica a cambio de material bélico y ayuda económica.
En 1955 España ingresó en la ONU y en el Fondo Monetario Internacional en 1958, no en la Comunidad Económica Europea ni en la OTAN, por la ausencia de democracia.
La crisis de los años 40. La Autarquía.
Las causas de la crisis.
El impacto de la Guerra Civil: daños demográficos y materiales.
La guerra civil tuvo unos efectos económicos desastrosos y dejó al país exhausto. Las destrucciones fueron muy considerables: ferrocarriles, carreteras y marina mercante. La producción industrial descendió un tercio y la agrícola en una cuarta parte.
La posguerra no distinguió entre vencedores y vencidos, un hambre a causa de la carencia de alimentos se adueñó del país, obligando al racionamiento.
En estos años se produjo un incremento de la población como consecuencia del aumento del número de matrimonios que habían sido aplazados por la guerra. El desempleo disminuyó de manera apreciable.
La población agrícola superaba a la urbana, con una evolución que determinó la disminución de la población rural, pues las diferencias entre el crecimiento demográfico y los recursos económicos disponibles obligaron a las migraciones dentro del país.
La mala política económica: la autarquía.
El régimen franquista practicó una política económica autárquica e intervencionista, la cual provocó el estancamiento español en los años cuarenta. El objetivo era alcanzar un grado de autoabastecimiento y autosuficiencia sin depender del exterior. Por ello intervino el Estado en la economía.
El programa autárquico comenzó en 1939 con la “Ley de Protección y Fomento de la Industria Nacional” y “Ley de Ordenación y Defensa de la Industria Nacional”. Esto implicaba la reducción y el control de las importaciones y la intervención estatal directa.
Se limitaron las importaciones restringiendo las compras de productos extranjeros. Se organizó la producción y distribución de cereales, obligando a los cultivadores a vender su mercancía a organismos oficiales. Se implantó el racionamiento de los productos de consumo de primera necesidad. En 1941 se creó el INI, cuyo objetivo era impulsar la industrialización creando empresas públicas, y ese mismo año se creó RENFE mediante la nacionalización de toda la red de ferrocarriles peninsulares.
El estado de la economía. La agricultura y los malos rendimientos. La industria y el bajo nivel de producción. El comercio: inexistente comercio exterior y alteración del interior (racionamiento y estraperlo). Financiación deficitaria del Estado: inflación. El estancamiento de los salarios: el hambre.
Las consecuencias a las medidas autárquicas fueron negativas.
La renta per cápita descendió. La producción industrial se redujo debido a la falta de materias primas, capital, maquinaria y tecnología solo posible con las importaciones. La inflación se elevó ante la excesiva emisión de moneda para financiar la deuda estatal. Hubo un déficit comercial y el nivel de vida, al igual que los salarios descendió. Hubo un hambre generalizada y apareció el estraperlo.
El cambio de orientación del régimen.
A partir de los años cincuenta, el régimen inició una tímida apertura económica. Puso fin al racionamiento, relajó el control sobre los mercados e inició una reforma agraria e industrial limitada que permitió un cierto incremento de la renta nacional, un control de la inflación y un cierto crecimiento industrial.
Sin embargo, a mitad de década, a pesar de la ayuda económica norteamericana, los problemas económicos persistieron y se originaron protestas obreras y universitarias. Estas fueron duramente reprimidas mas demostraron que la política autárquica era inviable.
En 1957, Franco nombró un nuevo gobierno. La influencia de Carrero Blanco fue decisiva para la entrada de los tecnócratas del Opus Dei. Los nuevos ministros tenían una tendencia más moderna en lo económica, aunque eran conservadores en lo político y en lo social. Este cambio de gabinete fue decisivo para la continuidad del régimen y para el futuro desarrollo económico. Se puso fin a la política autárquica y se emprendieron medidas liberalizadoras. 

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