miércoles, 19 de septiembre de 2012

Historia de España: Tema 2 PAU


Tema 2 según la PAU y tema 10 por el libro que supongo que tendrán. Espero que los de la ULL no vayan a cambiar de nuevo todo el temario de Historia de España... Este tema tiene también dos fichitas, que les pondré como imágenes al final del tema.

Transformaciones económicas en el siglo XIX

1.       Transformaciones agrarias.
1.1   La desamortización: una falsa reforma agraria.
Desamortizar era nacionalizar los bienes de la Iglesia o de los municipios para luego ser vendidos en subastas públicas. El objetivo era sanear la Hacienda pública.
La primera etapa de desamortización fue en 1798 de la mano de Godoy., en 1813 por parte de las Cortes de Cádiz y en las realizadas en el Trieno Liberal.
La segunda etapa encierra la desamortización de Mendizábal. Esta desamortización afectó especialmente a los bienes del clero regular y su objetivo era sanear la Hacienda pública en crisis por la primera guerra carlista y crear un grupo social de apoyo a Isabel II.
En la tercera etapa se implantó la “ley Madoz”. Afectó tanto a bienes eclesiásticos como a los municipales y comunales.
Las consecuencias fueron que el número de grandes terratenientes incrementó, ya que los compradores fueron gente adinerada. Esto permitió poner en cultivo gran cantidad de tierras abandonadas, pero no mejoró su explotación. El resultado fue un leve aumento de la producción. Los grandes perdedores fueron los campesinos, la Iglesia, los municipios y el patrimonio histórico artístico.
Todo ello ayuda a explicar el apoyo que la causa carlista recibió del mundo rural y campesino, ya que prometía la vuelta al Antiguo Régimen agrícola y la anulación de las desamortizaciones. La desamortización era vista como un instrumento liberal, identificado en los ricos y poderosos que gobernaban España.
1.2   Los efectos sobre la producción y la productividad.
Más de 10 millones de hectáreas cambiaron de dueño. La producción creció de forma modesta hasta el último cuarto de siglo. Se aplicaron políticas proteccionistas.
1.3   La aportación de la agricultura al crecimiento económico.
La agricultura era un sector clave en España, pero los niveles de consumo y de productividad eran muy bajos. La producción nacional no bastaba para satisfacer la demanda. A pesar de las medidas proteccionistas fue necesario importar. La agricultura no fue un motor de arrastre de la demanda de los productos industriales. No se creó demanda en la industria ni se aportó capital de forma notable. El estancamiento de la agricultura fue una de las causas básicas de atraso económico de la época.
2.       Industria y minería
La industrialización en la España del siglo XIX ha sido calificada de fracaso. Solo Cataluña alcanzó un nivel de desarrollo industrial equiparable a otras regiones europeas.
2.1   La industria textil
El sector del algodón: Cataluña fue el centro de esta actividad fabril. Las razones de este avance se explican por el dinamismo económico iniciado ya en el siglo XVIII, la floreciente actividad comercial con América y su esplendor a fines de ese siglo y la ayuda del proteccionismo.
El desarrollo industrial catalán se basó en la introducción a principios del siglo XIX de máquinas como las mulas, movidas por ruedas hidráulicas o máquinas de vapor, selfactinas, etc.
La falta de carbón provocó el desarrollo de las colonias textiles.
Los industriales del textil catalán y los terratenientes castellanos o andaluces apoyaron las políticas proteccionistas. En el último tercio del siglo la crisis se tradujo en paro, tensión social y decadencia de la banca.
El resto de los sectores textiles. La industria lanera se centraba en Castilla y León y la mecanizada en Tarrasa y Sabadell.
La industria de la seda se centralizó en Valencia, Murcia y Granada, pero a fin de siglo se trasladó a Cataluña.
2.2   Minería y siderurgia.
La siderurgia española estuvo muy condicionada por las materias primas (mineral de hierro y carbón).  España gozaba de gran riqueza mineral pero el sector se hallaba estancado a causa de la ausencia de demanda por el atraso económico, la falta de capitales y de tecnología para su explotación y la excesiva intervención del Estado, que frenaba la inversión extranjera.
La legislación librecambista dio un mayor dinamismo al sector. La Ley de Bases sobre Minas y la desamortización del subsuelo favorecieron al sector. España era el principal exportador europeo de mineral de hierro, pero la producción siderúrgica era de las más bajas. Aún así, la exportación minera sirvió para desarrollar la siderurgia vasca.
2.3   Otras actividades industriales: los molinos que molían granos o fabricaban papel, las industrias derivadas de la explotación agraria como el aceite de oliva, los vinos o el aguardiente, etc. Tuvo poco peso la industria mecánica.

3.       Comercio y comunicaciones.
3.1   El comercio interior.
A causa de los obstáculos naturales y fiscales apenas se logró la unidad de mercado. Las barreras naturales eran por ejemplo, la deficiente comunicación del interior con la costa y el sistema de aranceles y derechos de puertas que gravaban gran cantidad de productos básicos cuando se transportan.
Las medias para acabar con las barreras fiscales se iniciaron ya en las Cortes de Cádiz. Otras medidas que contribuyeron a unificar el mercado fueron la adopción del sistema métrico decimal, que unificó monedas y medidas. Se instauró un nuevo sistema monetario basado en la peseta.
El ferrocarril contribuyó a crear el mercado nacional y correos, al igual que el telégrafo, se modernizó.
3.2   El comercio exterior
La segunda mitad del siglo XIX fue de expansión. El proteccionismo y la escasa demanda del mercado interno incitaron a algunos sectores a la exportación. Dichas exportaciones se dirigían especialmente a Reino Unido y Francia.
3.3   Los medios de transporte
La mayor parte de la red viaria era deficiente. Se fue sustituyendo el medio de transporte tradicional y se redujo notablemente la duración de los viajes.               El transporte marítimo mejoró durante el siglo XIX. La mejora y la ampliación de los puertos, el perfeccionamiento de la navegación a vela y la introducción de la máquina de vapor fueron algunos de los factores que la mejoraron.         El primer proyecto ferroviario se iniciaba con la línea Barcelona – Mataró. Las vías se construyeron con un ancho superior al de los países europeos y se optó por un modelo centralizado. En 1855 se aprobó la ley de ferrocarriles y se construyó con gran rapidez gracias a la ayuda estatal.
4.       La banca y el sistema monetario.
4.1   El sistema bancario español.
El primer banco español fue fundado en 1782 por un francés y fue llamado Banco Nacional de San Carlos. Su función era administrar la deuda pública. Tras varias fusiones, en el año 1856 se creó el Banco de España, y se completó el entramado financiero español del siglo XIX. Este banco era el único emisor de billetes.
El periodo de 1854 – 1864, que desembocó en la crisis de 1866, conoció la expansión de la banca española. Aún así, fue muy poco dinámica.
4.2   Capitales y sistema monetario.
Las leyes de 1848 y 1864 permitieron implantar un sistema bimetálico (oro y plata). En 1868 se impuso la peseta, equivalente a cuatro reales, como unidad monetaria.   Terminó imponiéndose el patrón plata. El balance del siglo mostraba estos rasgos básicos:
-          El Banco de España ejercía una posición de dominio frente a la banca privada.
-          La banca funcionó como prestamista del Estado y captador de recursos externos.
-          El patrón plata acabó siendo un patrón fiduciario, es decir, un patrón no basado en reservas auténticas de metal.

5.       El papel del Estado y de la empresa en la economía.
5.1   Hacienda y políticas económicas.
El sistema fiscal español anterior a 1845 se caracterizaba por la variedad de impuestos y la escasa eficacia del sistema de recaudación, además de mantener exenciones fiscales a las clases privilegiadas (nobleza y clero).
Con la reforma fiscal (Mon – Santillán) de 1845 se inició la modernización de la Hacienda. Se simplificó el sistema de impuestos: directos e indirectos. Se establecieron los presupuestos generales del Estado y se adoptaron medidas para reducir la deuda pública.
5.2   Empresa y mentalidad empresarial
La actitud del empresario español estuvo, en general, lastrada por una mentalidad conservadora, poco propicia a la innovación y siempre a la defensiva ante los posibles riesgos de la inversión.
En la producción agraria predominaba la mentalidad conservadora y poco innovadora de los sectores productivos españoles.



Creo que pueden descargarlas y verlas bien.

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