Tema 2 según la PAU y tema 10 por el libro que supongo que tendrán. Espero que los de la ULL no vayan a cambiar de nuevo todo el temario de Historia de España... Este tema tiene también dos fichitas, que les pondré como imágenes al final del tema.
Transformaciones económicas en el siglo XIX
1.
Transformaciones
agrarias.
1.1
La
desamortización: una falsa reforma agraria.
Desamortizar era nacionalizar los
bienes de la Iglesia o de los municipios para luego ser vendidos en subastas
públicas. El objetivo era sanear la Hacienda pública.
La primera etapa de
desamortización fue en 1798 de la mano de Godoy., en 1813 por parte de las
Cortes de Cádiz y en las realizadas en el Trieno Liberal.
La segunda etapa encierra la
desamortización de Mendizábal. Esta desamortización afectó especialmente a los
bienes del clero regular y su objetivo era sanear la Hacienda pública en crisis
por la primera guerra carlista y crear un grupo social de apoyo a Isabel II.
En la tercera etapa se implantó
la “ley Madoz”. Afectó tanto a bienes eclesiásticos como a los municipales y
comunales.
Las consecuencias fueron que el
número de grandes terratenientes incrementó, ya que los compradores fueron
gente adinerada. Esto permitió poner en cultivo gran cantidad de tierras
abandonadas, pero no mejoró su explotación. El resultado fue un leve aumento de
la producción. Los grandes perdedores fueron los campesinos, la Iglesia, los
municipios y el patrimonio histórico artístico.
Todo ello ayuda a explicar el
apoyo que la causa carlista recibió del mundo rural y campesino, ya que
prometía la vuelta al Antiguo Régimen agrícola y la anulación de las
desamortizaciones. La desamortización era vista como un instrumento liberal,
identificado en los ricos y poderosos que gobernaban España.
1.2
Los
efectos sobre la producción y la productividad.
Más de 10 millones de hectáreas
cambiaron de dueño. La producción creció de forma modesta hasta el último
cuarto de siglo. Se aplicaron políticas proteccionistas.
1.3
La
aportación de la agricultura al crecimiento económico.
La agricultura era un sector
clave en España, pero los niveles de consumo y de productividad eran muy bajos.
La producción nacional no bastaba para satisfacer la demanda. A pesar de las
medidas proteccionistas fue necesario importar. La agricultura no fue un motor
de arrastre de la demanda de los productos industriales. No se creó demanda en
la industria ni se aportó capital de forma notable. El estancamiento de la
agricultura fue una de las causas básicas de atraso económico de la época.
2.
Industria
y minería
La industrialización en la España
del siglo XIX ha sido calificada de fracaso. Solo Cataluña alcanzó un nivel de
desarrollo industrial equiparable a otras regiones europeas.
2.1
La
industria textil
El sector del algodón: Cataluña fue el centro de esta actividad
fabril. Las razones de este avance se explican por el dinamismo económico
iniciado ya en el siglo XVIII, la floreciente actividad comercial con América y
su esplendor a fines de ese siglo y la ayuda del proteccionismo.
El desarrollo industrial catalán
se basó en la introducción a principios del siglo XIX de máquinas como las
mulas, movidas por ruedas hidráulicas o máquinas de vapor, selfactinas, etc.
La falta de carbón provocó el
desarrollo de las colonias textiles.
Los industriales del textil
catalán y los terratenientes castellanos o andaluces apoyaron las políticas
proteccionistas. En el último tercio del siglo la crisis se tradujo en paro,
tensión social y decadencia de la banca.
El resto de los sectores textiles. La industria lanera se centraba
en Castilla y León y la mecanizada en Tarrasa y Sabadell.
La industria de la seda se
centralizó en Valencia, Murcia y Granada, pero a fin de siglo se trasladó a
Cataluña.
2.2
Minería
y siderurgia.
La siderurgia española estuvo muy
condicionada por las materias primas (mineral de hierro y carbón). España gozaba de gran riqueza mineral pero el
sector se hallaba estancado a causa de la ausencia de demanda por el atraso
económico, la falta de capitales y de tecnología para su explotación y la
excesiva intervención del Estado, que frenaba la inversión extranjera.
La legislación librecambista dio
un mayor dinamismo al sector. La Ley de Bases sobre Minas y la desamortización
del subsuelo favorecieron al sector. España era el principal exportador europeo
de mineral de hierro, pero la producción siderúrgica era de las más bajas. Aún
así, la exportación minera sirvió para desarrollar la siderurgia vasca.
2.3 Otras actividades industriales: los
molinos que molían granos o fabricaban papel, las industrias derivadas de la
explotación agraria como el aceite de oliva, los vinos o el aguardiente, etc.
Tuvo poco peso la industria mecánica.
3.
Comercio
y comunicaciones.
3.1
El
comercio interior.
A causa de los obstáculos
naturales y fiscales apenas se logró la unidad de mercado. Las barreras
naturales eran por ejemplo, la deficiente comunicación del interior con la
costa y el sistema de aranceles y derechos de puertas que gravaban gran
cantidad de productos básicos cuando se transportan.
Las medias para acabar con las
barreras fiscales se iniciaron ya en las Cortes de Cádiz. Otras medidas que
contribuyeron a unificar el mercado fueron la adopción del sistema métrico
decimal, que unificó monedas y medidas. Se instauró un nuevo sistema monetario
basado en la peseta.
El ferrocarril contribuyó a crear
el mercado nacional y correos, al igual que el telégrafo, se modernizó.
3.2
El
comercio exterior
La segunda mitad del siglo XIX
fue de expansión. El proteccionismo y la escasa demanda del mercado interno
incitaron a algunos sectores a la exportación. Dichas exportaciones se dirigían
especialmente a Reino Unido y Francia.
3.3
Los
medios de transporte
La mayor parte de la red viaria
era deficiente. Se fue sustituyendo el medio de transporte tradicional y se
redujo notablemente la duración de los viajes.
El transporte marítimo mejoró durante el siglo XIX. La mejora y la ampliación
de los puertos, el perfeccionamiento de la navegación a vela y la introducción
de la máquina de vapor fueron algunos de los factores que la mejoraron. El primer proyecto ferroviario se
iniciaba con la línea Barcelona – Mataró. Las vías se construyeron con un ancho
superior al de los países europeos y se optó por un modelo centralizado. En
1855 se aprobó la ley de ferrocarriles y se construyó con gran rapidez gracias
a la ayuda estatal.
4.
La
banca y el sistema monetario.
4.1
El
sistema bancario español.
El primer banco español fue
fundado en 1782 por un francés y fue llamado Banco Nacional de San Carlos. Su
función era administrar la deuda pública. Tras varias fusiones, en el año 1856
se creó el Banco de España, y se completó el entramado financiero español del
siglo XIX. Este banco era el único emisor de billetes.
El periodo de 1854 – 1864, que
desembocó en la crisis de 1866, conoció la expansión de la banca española. Aún
así, fue muy poco dinámica.
4.2
Capitales
y sistema monetario.
Las leyes de 1848 y 1864
permitieron implantar un sistema bimetálico (oro y plata). En 1868 se impuso la
peseta, equivalente a cuatro reales, como unidad monetaria. Terminó imponiéndose el patrón plata. El balance
del siglo mostraba estos rasgos básicos:
-
El Banco de España ejercía una posición de
dominio frente a la banca privada.
-
La banca funcionó como prestamista del Estado y
captador de recursos externos.
-
El patrón plata acabó siendo un patrón
fiduciario, es decir, un patrón no basado en reservas auténticas de metal.
5.
El
papel del Estado y de la empresa en la economía.
5.1
Hacienda
y políticas económicas.
El sistema fiscal español
anterior a 1845 se caracterizaba por la variedad de impuestos y la escasa
eficacia del sistema de recaudación, además de mantener exenciones fiscales a
las clases privilegiadas (nobleza y clero).
Con la reforma fiscal (Mon –
Santillán) de 1845 se inició la modernización de la Hacienda. Se simplificó el
sistema de impuestos: directos e indirectos. Se establecieron los presupuestos
generales del Estado y se adoptaron medidas para reducir la deuda pública.
5.2
Empresa
y mentalidad empresarial
La actitud del empresario español
estuvo, en general, lastrada por una mentalidad conservadora, poco propicia a
la innovación y siempre a la defensiva ante los posibles riesgos de la
inversión.
En la producción agraria
predominaba la mentalidad conservadora y poco innovadora de los sectores
productivos españoles.
Creo que pueden descargarlas y verlas bien.
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