Sinceramente, el tema más putada y largo que vi en Historia de España... Empezamos bien...
Génesis de la
Restauración y sus cambios sociales
1.
La
creación del sistema canovista.
Durante el Sexenio democrático se
generó una sensación de desgobierno que algunos sectores sociales interpretaron
como una amenaza al orden social liberal – conservador. Por esa razón, durante
la “dictadura” del general Serrano en 1874, el ejército, la Iglesia y las
clases altas y medias apostaron por una solución más parecida al contexto
internacional y más conveniente para sus intereses de clase: la restauración
monárquica en la persona de Alfonso XII.
1.1 Los orígenes del proceso
restaurador.
Antonio Cánovas del Castillo fue
el encargado de restaurar la monarquía borbónica en Alfonso XII, hijo de Isabel
II. Este fue el resultado de un concienzudo trabajo de un largo proceso de
maniobras diplomáticas.
Se creó el partido Alfonsino, con
carácter conservador bajo el lema “Paz y orden”. Tenía el apoyo de las clases
moderadas medias y altas y de los terratenientes de la Antillas
(esclavistas). A su vez, Cánovas deseaba
un ejército subordinado al poder civil, a pesar de que Alfonso XII llegó al
poder a través del pronunciamiento del moderado Martínez Campos en Sagunto.
El Manifiesto de Sandhurst fue
redactado por Cánovas y firmado por don Alfonso. Dicho manifiesto recogía las
ideas básicas del proyecto renovador: una monarquía constitucional y de
tradición católica.
1.2 La
formación de los partidos conservador y liberal.
El proyecto político de Cánovas
defendía que la monarquía fuera la base de un sistema en el que los partidos
eran un instrumento a su servicio. Se trataba de dos partidos mayoritarios con
alternancia en el poder.
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PARTIDO
CONSERVADOR
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PARTIDO
LIBERAL
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Ideología
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Defensores del orden social y público, de los
valores establecidos por la iglesia y de la propiedad.
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Abogan por las reformar sociales, la educación y
un cierto laicismo.
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Líder
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Cánovas del Castillo
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Mateo Sagasta
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Bases
sociales
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Burguesía latifundista y financiera, aristocracia
y jerarquía católica.
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Burguesía industrial y comercial, profesiones
liberales y funcionarios, más clases medias.
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Compuesto
por
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Liberales moderados, unionistas y parte de los
progresistas.
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Parte de los progresistas, demócratas y ex
republicanos moderados.
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2.
Las
bases del sistema de la Restauración
Las bases ideológicas del sistema
restaurador se basaban en el pragmatismo, en la soberanía compartida rey-Cortes
frente a la soberanía nacional (tradición monárquica y hereditaria) y el
constante pesimismo basado en el estudio de la historia de la decadencia española.
2.1 La Constitución de 1876.
Esta constitución era una
síntesis y un punto medio entre las constituciones de 1845 y 1869. Mostraba el
espíritu de partida: el pacto.
Los puntos más polémicos quedaban
en manos de los gobiernos turnistas. Los rasgos esenciales eran la soberanía
compartida rey – Cortes, que el derecho de sufragio quedaba pendiente a leyes
posteriores y que se declaraba un Estado confesional en el que se introducía la
libertad religiosa.
2.2 La
monarquía, centro del sistema.
La monarquía cumplía un triple
papel en este sistema político. Era expresión de la continuidad histórica, era
la garantía del orden social y el monarca era la piedra angular del sistema.
2.3 Las
bases sociales y políticas: el caciquismo.
El régimen era un régimen
oligárquico, caciquil y corrupto. Un grupo reducido de personas formado
exclusivamente por la burguesía y la aristocracia dominaba el sistema, mientras
que la “España real”, formada por clases medias y populares, quedaba excluida.
El caciquismo se basaba en las
relaciones de patronazgo y en el clientelismo. Los tres ejes del clientelismos
eran los altos cargos en Madrid, los gobernadores civiles en las provincias y
los caciques en los pueblos. Estos tres grupos, cada uno en su ámbito,
concedían favores a cambio de votos y apoyo político.
El caciquismo derivaba
directamente de la riqueza como instrumento de dominación.
3.
Los
mecanismos del sistema político.
3.1 El sistema de partidos.
Acabó imponiéndose un sistema
bipartidista dominado por los partidos Conservador y Liberal. Los dos grandes
partidos tenían una considerable indefinición ideológica. El conservador era
más cercano a los moderados y los liberales se aproximaban más a los
progresistas.
El republicanismo estaba muy
dividido: los radicales de Zorrilla, los unitarios de Castelar y los federales
de Pi i Magrall. También estaban los carlistas, muy divididos tras la derrota
de 1876. Al margen del sistema estaban los movimientos de base obrera, los
anarquistas y los socialistas. En esta etapa fueron surgiendo movimientos
nacionalistas: PNV y la Lliga Regionalista
3.2 El
turnismo.
Desde 1881 se estableció el turno
pacífico de partidos. Se trataba de una democracia puramente formal o “sistema
liberal sin democracia”. Se seguían estos pasos:
-
El rey llamaba a gobernar al partido de la
oposición.
-
Se disolvían las Cortes y se convocaban nuevas
elecciones, que se manipulaban para que obtuviera la mayoría el partido que
debía formar gobierno.
El Pacto de El Pardo estableció
el acuerdo entre Cánovas, Sagasta y la regente de turnarse el poder con el fin
de asegurar la propia monarquía ante la doble amenaza carlista y republicana.
3.3 El
fraude electoral
La clave del sistema de la
Restauración era la inexistencia de un electorado independiente.
El ministerio de la Gobernación
elaboraba el encasillado y luego se negociaba en las provincias. Después, los
gobernadores civiles se encargaban de controlar a los electores, de forma que
votaran al candidato designado previamente. Para ello daban instrucciones a los
alcaldes, nombrados por dichos gobernadores, y contaban con la ayuda de los
caciques locales.
Eran frecuentes las alteraciones
de las actas o el voto. La manipulación de los resultados recibía el nombre de
pucherazo. La ley electoral de 1890 introdujo el sufragio universal masculino,
aunque en teoría introducía la democracia, en la práctica nada cambió.
4.
La
práctica política.
4.1 El reinado de Alfonso XII
El dominio del Partido
Conservador (1876 – 1881)
Esta etapa es conocida como la
“dictadura canovista” por el fuerte carácter autoritario de su política. Su
objetivo era doble: garantizar la consolidación de la monarquía recién
restaurada y construir un sistema político de orden y fuertemente centralizado.
La falta de libertades se mostró
en la política educativa. Se le exigió a los profesores universitarios que
jurasen fidelidad a la monarquía. También se mostró en el control de la
libertad de expresión y de imprenta y por el limitado poder de reunión.
En esta etapa se pudieron
concluir diversos conflictos. Tales como la guerra carlista, que supuso la
derrota de Carlos VII y la abolición de los fueros vascos, y la guerra cubana
que finalizó con el firmado de la Paz de Zajón.
La consolidación del sistema
En 1881 empezó a gobernar en
España el Partido Liberal de Sagasta. Su acción de gobierno se centró en la
modernización del ejército, en la práctica de una política librecambista, en la
ampliación del sufragio y de la libertad de imprenta, de educación y de
expresión.
4.2 La
regencia de María Cristina
Tras la muerte de Alfonso XII,
comenzó la regencia de María Cristina, su mujer. Firmando el Pacto de El Pardo
se consolidaba el turnismo y el sistema canovista.
El gobierno “largo” liberal
(1885 – 1890)
Fue una época de reformas
liberales:
-
La ley de asociaciones legalizó los sindicatos
obreros como UGT y el PSOE.
-
La ley del jurado suprimió la censura previa.
-
Ley de sufragio universal.
-
El código civil y la legislación de
procedimiento administrativo.
-
La reforma del ejército.
La crisis de fin de siglo.
Surgieron problemas que
desembocaron en la crisis de 1898: la situación de las colonias, la cuestión
social y el auge de los regionalismos convertidos en nacionalismos.
En 1892, José Martí creó el
Partido Revolucionario Cubano y José Rizal la Liga Filipina. Una nueva guerra
cubana consiguió la independencia de la isla en 1898.
Otros problemas de la crisis de
fin de siglo fueron la necesidad de regeneracionismo del sistema y la polémica
librecambismo – proteccionismo.
LAS TRANSFORMACIONES SOCIALES Y CULTURALES
1.
Las
transformaciones demográficas.
1.1 La
pervivencia del régimen demográfico antiguo
La población española creció un
80% en un siglo. La mortalidad se mantuvo por encima de la media europea. Esto
generó una reducida esperanza de vida (menos de 30 años).
La alta mortalidad se debía a las
pésimas condiciones sanitarias, a las hambrunas, a la elevada mortalidad
infantil y a epidemias como la fiebre amarilla o el cólera.
Las tasas de natalidad eran muy
altas a causa de la pobreza del campo español, la ignorancia ante los métodos
anticonceptivos y la superpoblación.
El crecimiento vegetativo era muy
bajo debido a que se trataba de un modelo demográfico típico del Antiguo
Régimen.
1.2 Movimientos
migratorios y urbanización.
Hasta 1856 estuvo prohibido
emigrar al exterior. Durante el siglo XIX estas leyes cambiaron y Argentina,
Brasil, México y Venezuela fueron los destinos más elegidos por los emigrantes
españoles.
La Constitución de 1869 reconoció
el derecho a emigrar. También se dieron “emigraciones” políticas, más conocidas
hoy en día como exilios y que afectaron a más de 20.000 españoles.
Respecto a las migraciones
internas, el éxodo rural se aceleró en la segunda mitad del siglo XIX,
fundamentalmente al litoral mediterráneo. Dicho éxodo favoreció la
urbanización. En resumen, España era un país rural, a excepción de Cataluña
donde la industrialización barcelonesa había permitido una concentración urbana
notable.
2.
La
nueva sociedad
2.1 Las
clases altas
La alta nobleza del Antiguo
Régimen siguió teniendo gran poder e influencia durante todo el siglo. Apareció
también una nueva nobleza titulada, vinculada especialmente al mundo de los
negocios.
La burguesía era un grupo social
dedicado a los negocios. Tendían a imitar a la aristocracia, lo que dio lugar a
una confluencia de intereses entre nobleza y burguesía. Se dividía en la
burguesía dedicada al comercio, la burguesía industrial (liberalismo
conservador y defensa del proteccionismo) y la burguesía financiera
(inversiones públicas especulativas). En último lugar se encontraba la
burguesía agraria.
2.2 Las
clases medias.
-
La clase media rural estaba compuesta por
labradores propietarios medianos.
-
La clase media urbana estaba integrada por
comerciantes, dueños de talleres, funcionarios, profesionales liberales,
profesores, periodistas, clero o rentistas.
Constituyeron un grupo muy
influyente del país durante el siglo XIX y mostraron un gran compromiso
político.
2.3 Las
clases populares.
El campesinado eran prácticamente
pequeños propietarios – jornaleros sin tierras. En España se dio una gran
división del campesinado entre el norte y el sur del país.
Las clases bajas urbanas estaban
constituidas por el sector servicios, los artesanos y los obreros de la
industria. Dichos obreros se concentraron en pocas ciudades.
2.4 Los
marginados
Los “pobres naturales”, mendigos
o “pobres de solemnidad”, los vagos, vagabundos o maleantes, y los presidarios,
enfermos en hospitales, hospicios, expósitos y prostitutas.
2.5 La
mujer en la sociedad de clases
Las mujeres trabajaban durante
algún tiempo fuera de su casa. Más corrientemente como criadas, asistentas,
lavanderas o amas de crías. También realizaban tareas agrícolas o trabajaban en
comercios o talleres.
Huelga decir que los salarios
femeninos eran más bajos que los masculinos.
Nota: falta el suplemento de la
vida en Canarias. Páginas 20 y 19 del suplemento.
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